Lejos de las antiguas ideas románticas que nos ha
transmitido la serie de Piratas del Caribe, la palabra pirata viene del griego,
significa atacar y saquear, y se remonta a los primeros tiempos de la
navegación.
Los piratas, en general, eran los ladrones del mar.
Estaban perseguidos por todos los países. Solo respondían a sus propias normas
y leyes, y muchas veces a ninguna de ellas. Eran violentos y no respetaban
nada. Asaltaban, robaban y mataban, o traficaban con los prisioneros, que a
veces vendían como esclavos… y ¡ojo!, eran machistas.
Dentro de lo que generalmente llamamos piratas, se
incluyen otras denominaciones como los bucaneros o los corsarios… pero hay
muchas diferencias entre ellos.
Hoy vamos a hablar de bucaneros…
¿En qué se parece un bucanero a una
barbacoa?
Pues es que la palabra bucanero y la palabra
barbacoa tienen el mismo origen. Te cuento:
Los bucaneros eran, fundamentalmente,
contrabandistas. Su nombre procede de la
palabra ‘boucan’, que se refiere a la técnica de curar la carne asándola en
barbacoa, en la que los indígenas del nuevo mundo eran expertos.
El comercio de productos como la carne boucan u
otros elementos importantes era rentable, pero estaba perseguido, porque España
tenía oficialmente todos los derechos del comercio y prohibía las transacciones
no autorizadas de otros países, es decir, casi todo.
Los bucaneros eran fundamentalmente trotamundos
marinos, protestantes procedentes de Inglaterra, Francia y Holanda. También
recibían el nombre de filibusteros.
Los gobiernos de estos países los apoyaban de forma
no oficial y les proporcionaban puertos seguros, porque los bucaneros hacían la
competencia económica al imperio español al que habían declarado la guerra.
Cuando los bucaneros comenzaron a utilizar formas
feroces de asalto y robo a los galeones españoles, fue necesario que todos los
países que los apoyaban declararan su oposición a estas conductas… y fueron
perseguidos como piratas.
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